Iba a ser nuestra primera sesión nocturna del año y por
supuesto no podía ser en otro sitio que el rió Ebro. La preparación de todo lo
no necesario fue un poco justa, íbamos a comprar todos los cebos esa misma
tarde a JataSport.com. Después de una breve
debate nos decantamos por lo clásico pellet de halibut 22 como cebo de anzuelo y para cebar en la zona unos pellet de krill de la marca bait tech, que ya
probé el año pasado y fueron de lujo en estas zonas. Unos remojos de halibut y unos micropellet y para adelante.
Llegamos al puesto a las 20:00h, el caudal del rió era un
pelín alto para una pesca óptima en esa zona pero corrimos a ponernos a sondear
la zona. Después de la riada esperábamos que la zona estuviera llena de
enganchases palos hundidos pero por suerte la zona estaba más o menos limpia y
no nos iba a dar muchos problemas.
Con 45 minutos por delante de luz corrimos a montar nuestras
cañas y ponernos a cebar las dos zonas, dos cañas aguas arriba y otras dos
aguas abajo…..como es lógico. A la hora de montar el cebadero fuimos muy
clásicos, maíz, semillas de comida de pajar, semillas de cañamón, aceite de
maíz, pellet de krill de la marca bait tech, latas de comida para gatos sabor
hígado. Un buen hot spot con el cohete y a lanzar nuestras cañas con el frontal
ya encendido.
La primera captura se hizo esperar hasta las 4 de la mañana,
una preciosa común de 11 kilos que peleo como una jabata durante más de 45
minutos. Entre las orillas y buscando la corriente sacando hilo sin al parecer
tener fin. Un recebo de pellet de krill y cañas al agua.
La segunda picada se produjo a las dos horas, un siluro de
17 kilos fuerte y sano. A partir de aquí se sucedían las picadas una tras otra.
Destacando una preciosa carpa royal de 8 kilos. Sin duda es especial poder
sacar una royal en el rió Ebro, por su ínfimo número de población. El ejemplar
estaba sano, fuerte y bien alimentado.
Aunque no podemos decir lo mismo de otras carpas comunes que
salieron a lo largo de la mañana. Los cuerpos estaban castigados y llenos de
heridas producidas por las enormes crecidas del rió Ebro. Cumplimos la rutina
establecida, desanzuelar, curar, foto y al agua.
Al final la sesión termino a las 8 de la tarde con unos 7 o
8 peces con unos pesos que ronda desde los 8 kilos hasta los 12 kilos de carpa
y el siluro de 17 kilos. Y ay que sumar todo lo que no se puede cuantificar,
esos buenos ratos, las carreras nocturnas intentado salir del saco antes de que
el pez se escape, esas cenas y comidas de hornillo, por esto y mucho más
practicamos el carpfishing.
Muchas gracias por leer, dejan un comentario y buena pesca!!!!
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